sábado, 18 de febrero de 2012

Aprecia lo que tienes

No dejes escapar, lo que puedes perder; Aprecia lo que tienes antes de que sea tarde, JODER! No supiste valorar lo que tuviste has de saber, SI NO TE HUBIESES HECHO EL IDIOTA TODO SERÍA IGUAL QUE AYER!!!!!!! Te perdí... Me cuesta aceptar que destruí una bella amistad... Se que tengo que darte tiempo, dejarte solo... Pero te extraño, te extraño como amigo, extraño sonreír cuando me saludabas, extraño esas charlas que duraban horas, esas historias que dolían... Y me sigues importando como siempre. Te extraño como amigo. Te extraño amigo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Amor y dolor

La clave de la felicidad es el amor. Cuando amas, y eres correspondido, no hay límites ni obstáculos que te detengan. El dolor viene de la mano del amor, porque eso es lo que nos trae este sentimiento tan embriagador que es el amor. Pero el dolor no es malo como se cree, el dolor es necesario, es una herramienta para sentirnos vivos, para sentir que el amor toca más aya del cuerpo, que llega al alma y al corazón. ¡Qué maravilloso es ser amado! ¡Que hermoso es amar! Por eso hay que seguir y perdonar, vivir y amar, y darse cuenta de que el dolor a veces tan necesario como el amor, y que solo se quita con una dosis doble de amor.

martes, 7 de febrero de 2012

Y me dí cuenta de que ya van 2 semanas.

Siento que mis lágrimas ya se enfriaron en mis ojos, y decido limpiarlas. Dos semanas... Aún no lo puedo creer... ¿Cómo es que ya han pasado dos semanas desde la última vez que le escribí? Bueno, eso demuetsra de que he sabido darle su espacio... Pero la peligrosa fecha se acerca, más bien, nos pisa los talones. 8 de febrero. Ese día, el 2009 nos encontramos. Pero, ¿Cómo es que recuerdo esa fecha, si me había esmerado tanto en bloquiar sus recuerdos para poder vivir? Porque, la verdad, no la recordaba, la leí en mi agenda de ese año. Mañana, hace 3 años, él y yo nos encontramos en el mall. Su ausencia se nota en mi esencia... Aquella felicidad sin límites que me daba su apoyo cuando todo parecía gris. Ahora, que todo se torno horrible, no cuento con esa calma que me entregaban sus palabras de amistad, y tengo el peso de su silencio en mi corazón, ya muy dañado. Pero sigo, sin fuerzas pero sigo.