domingo, 20 de abril de 2014

No es el qué, es el cómo.

Que ganas dan de retener ciertos momentos en tu mente, de hacerlos durar por siempre, como si esos segundos nunca terminaran.
El tiempo pasa quieras o no, las personas crecen.
Siempre quise crecer, madurar, ahora es una tortura permanente. Siento que una cosa mala que haga vale por mil buenas. Las personas disfrutan verte caer, tratan de ponerte como una meta. Odio ser una meta, detesto que se comparen conmigo. No quiero ser un ejemplo, solo quiero ser normal. No estoy diciendo que sea buena, si no que estoy harta de que traten de superar mis logros y deseen verme abajo desde arriba.

Growing

¿Cuánto tiempo necesitas para cambiar? Si tomamos el concepto de cambio como el abrirse a nuevas ideas y ver el mundo con otro brillo, preguntémonos, ¿Cuánto nos toma cambiar?

Debe de haberte pasado el ver a alguien todos los días. Pocas veces saludas a esa gente. La gente que no forma parte de tus cercanos, las que ves a diario, con las que compartes siempre. Son casi como las mascotas, sabes que están ahí pero no haces nada por eso. Están ahí, en el patio. Mientra tu comes, sueñas, sientes dolor, soledad, ansiedad. Mientras piensas si eres lo suficientemente bueno. Ahí están, afuera de tu ventana. ¿Qué haces? Un saludo de ves en cuando, un favor. Vida en comunidad, ¿Existe acaso un concepto más solitario que ese?. Y de nada, de ser aire, de ser árboles, ves, oyes, lees algo que te cambia el punto de vista. Ellos sienten, piensan, comen, ríen y se sienten solos como tú. Luchan contra ellos mismos, se sienten defraudados, ignorados, amados y odiados. Y ahí tu cambias. Los ves caminando por los pasillos y reflexionas. Tienen vida. Sueños. Metas. Amigos. Están tristes, desamparados.

Cambias. Sientes que todo es nuevo, extraño, que estás tu contra el mundo. Y sabes que algo te falta, que algo tenías y ya no esta. Dejaste tanto atrás, y eso que aún cagas con gran parte de pesos. Penas, personas que no quieres dejar ir. Pues no porque merezcan, no porque no lo hagan. Sino debido a que la esperanza es una hierba difícil de matar. Extrañas, pero está bien. Has aprendido a vivir con eso, a sentir el amor de los tuyos, incluso a sentir el amor de aquellos que no son tuyos, que de lejos te aprecian.

Padre he pecado. Os tengo algo que confesar. A todos vosotros que leen. Alguna vez yo creí que las personas llegaban al punto en donde ya no se sentían solas, en donde tenían un hogar, con personas que amaban, con panoramas en las agendas, con risas asomándose en sus labios. Pero oh, claro que una parte de mi sigue creyendo eso, o más correctamente podría manifestar que esperanzando la idea. Pero no, pues es algo de adentro. Pero si, son momentos. Alguna vez creí que el hecho de tener pareja eliminaba el sentimiento de soledad, de desamparo, pero no, no lo hacen. Si alguien está leyendo esto debo confesar que los abismos son los que están más cerca del cielo. Que volarán alto, y caerán fuerte. Pero algo que os digo desde el fondo de mi mente racional y de mi corazón emocional es que lo vale. Salir de lo conocido, ganar y perder, todo eso vale la pena. Puedes intentar vivir tu vida on the ground, será más o menos lineal. Pero si tomas tus alas, tu paracaídas, tus sueños y tus intenciones ocultas y te lanzas a la vida vas a caer, duro, dolerá mucho, pero volarás, pero sentirás lo que es la grandeza, lo que es ir más allá del mero hecho de ser, si no que hacer para ser, buscar tu ser, ir a encontrarlo. Solo recuerda que lo encontraras dentro de ti y no afuera.

No te pierdas en el camino a la grandeza.
Las personas dignas de admiración son aquellas que salen adelante después de que sus sueños fueron destruidos.
Así que realiza lo que quieras hacer, alcanza el éxito.
Vive en el éxtasis que te llevará a la destrucción.
Vive afuera de ti, vive dentro de ti.
Métete en la mente de otros seres y manipula, conoce tu poder.
Empuja los límites para conocerte mejor.
Arriesga. Pierde.... Gana.

Vive.







Crece.